Javier Castillo Seguros y Finanzas

Javier Castillo Seguros y Finanzas

martes, 12 de diciembre de 2017

IM MALAYSIA


Este año ha sido un año extraño, sin encontrar mi sitio y sensaciones a lo largo de la temporada, varias lesiones menores me han impedido trabajar correctamente y solo al final de esta he podido sacar los entrenos que debía para cumplir las expectativas. 😞
Así que decidimos encaminarnos hacia una aventura que, por lo exótica, nos apetecía, en mi caso para volver a Kona🌺 por segunda vez, y en el caso de Sergio por cumplir el tan ansiado sueño de competir contra los mejores, quizá también nos venía genial en cuanto a calendario, ya que la primera parte de la temporada la había echado casi en blanco.
Una aventura bonita, pero también arriesgada, tanto por la magnitud del viaje que nos esperaba como por las condiciones climáticas y de tiempo que nos íbamos a encontrar en la isla de Langkawi🌴.


Para poder competir con garantías en una prueba de larga distancia el descanso y la recuperación son esenciales, así como la aclimatación al sitio y la correcta estrategia de carrera, tanto nutricional como en posibles ritmos a conseguir durante su desarrollo. 
Dos de los cuatro items los teníamos “controlados”, si se puede considerar esta palabra dentro de una prueba que es cambiante a cada minuto que pasas en ella y con un cuerpo, el humano, que se adapta hasta cierto punto a las condiciones extrínsecas y que, llegado el momento, puede que se rinda y acabe por sufrir hasta llegar en muchos casos a colapsarse y tener que abandonar la carrera, si no pasa a mayores. Por eso es tan importante el asimilar como estilo de vida este deporte, porque quizás no va a ser lo que tomes el dia D, sino que va a tener mucha relevancia el qué haces, cómo lo haces y por qué lo haces durante los 9 meses que gestas lo que ese día va a ser “TÚ DÍA”... 

Lo que mas nos turbaba la calma era el cómo iba a reaccionar el cuerpo a una diferencia horaria de 7h+, ya que los ciclos circadianos estarían desplazados y por consiguiente los procesos biológicos y fisiológicos se verían afectados😴. 
También nos preocupaba el clima, clima tropical en época de monzones (lluvias torrenciales de corta duración pero casi a diario)💦 lo que nos hacía pensar que durante la cantidad de horas que duraría la prueba, no nos librábamos de un chaparrón ni de casualidad... Pero lo peor no era eso, sino la terrible humedad que te abatía diariamente y que con el cuerpo en estado de reposo o ligero ejercicio te ponía en jaque. Pero una vez estábamos allí, lo demás no podía afectarnos, habíamos elegido eso y había que salir a hacer lo que más nos gusta, competir, desarrollar lo que tanto hemos entrenado, recoger los resultados de una siembra paulatina durante todo el año, pero no siempre las cosechas dan frutos.

 DÍA A DÍA EN EL PARAISO🌴

Llegamos en la noche del miércoles 8 de noviembre a una isla que nos depararía muchas sorpresas y casi todas ellas buenas. Teniendo en cuenta el cambio horario nos hemos pegado un viaje de unas 23h, que no sabemos como nos afectará a lo largo de los días previos a la carrera,
programada para el sábado 11, sin obsesionarse mucho por esto aprovechamos cada momento que se puede para descansar, pero nos encontramos con el primer handicap que vamos a salvar en la isla, ¡la comida!, no hay hornilla para cocinar en el apartamento, solo un microondas, y tenemos que reinventar la nutrición de los días previos para no caer en algún proceso viral producido por la comida, todo lo que comamos debe de ser cocinado... conseguimos dormir bastante bien la primera noche creo que debido al cansancio del viaje, así que una noche salvada.



Comenzamos a introducirnos en el clima de la isla al día siguiente, en horas de la tarde para hacer una carrerilla🏃 a pie de unos 30´a ritmos variados y comprobamos el bofetón de calor que te da cuando intentas apretar... lo vamos a flipar el día de la carrera, suerte que aun nos quedan unos dias para llegar mas descansados y aclimatados al ambiente, por lo demás, todo precioso, una isla verde, llena de vida y por descubrir.

La segunda noche dormimos igual de bien, seguimos atontados con el jet lag pero por ahora no afecta al descanso, o eso nos parece, ahora bien, indispensable para dormir un buen aire acondicionado porque el calor y la humedad de noche, unido a los mosquitos, es brutal.


Al levantarnos cogemos la bici 🚴 y rodamos durante 1h30´aproximadamente y podemos comprobar en nuestras propias carnes algo curioso, cómo en un sitio donde casi todo el mundo va a su bola, no hay respeto por las normas básicas de circulación, hay gente circulando sin casco en moto, gente que lleva a la familia entera montada en una mobilete... algo que podría ser un caos, no lo es, lo he bautizado como el “caos controlado” ya que sin saber por qué, nos sentimos my seguros en esas carreteras, la gente conduce a muy baja velocidad y te respetan como persona que eres, al contrario de lo que muchos hacen en el sistema perfecto de sanciones y normas que tenemos en nuestro mundo... el caso es que fue una experiencia muy grata.

En cuanto a entrenamiento, ya no hay mucho por hacer, simplemente moverse y acondicionar el cuerpo, en mi mismo noto como en horario de mañana, que sería la madrugada en España, mi cuerpo está como en un lapsus y cuando entra en faena va, pero le cuesta, la humedad y calor a esas horas tb es llevadera, pero me asusta pensar que el maratón se va a desarrollar a partir del medio día, en fin, a confiar en lo entrenado y a disfrutar cada momento.

 A SOLO UN DÍA...

Llegamos al día previo, en el que nos toca dar el último retoque a la bici para dejarla ya preparada en los boxes de la T1, así como las bolsas de cada una de las disciplinas en sus perchas. Hoy es un día de nervios por todo, no tanto por la competición, que en mi caso llegan mas por la noche, sino por los preparativos, los cuales no pueden hacerse a la ligera ya que casi todo el año de entrenamientos se ha vinculado a este día como el principal y no puede ser por un fallo en la logística por el que salga algo mal, pueden pasar miles de situaciones en el desarrollo de la carrera, pero por un error el día previo no debería pasar nada.
Así que va todo medido, nutrición en carrera, zapatillas, calcetines y gorra, aparte del dorsal con su correspondiente porta dorsal, en la bolsa roja “RUN”, zapatillas de bici, gomas para colocarlas en la bici, nutrición para el tramo de ciclismo y casco mas gafas en la bolsa azul “BIKE”, decir que desde hace unos años intento llevarme casi toda la nutrición encima durante la carrera por razones obvias, primero porque confío en la marca que llevo usando desde hace años, 226ers y segundo porque es un seguro de vida el no meter nada extraño en el cuerpo ese día. Una última bolsa negra “STREET” para lo que nos queramos llevar a la transición y dejar en el guardarropa el día de la competición.



Todo listo y algo mas tranquilos vamos a la zona donde comenzará la prueba, ya que en esta prueba, hay dos transiciones, algo que normalmente siempre me ha creado un estrés extra, ya que como he dicho antes, un fallo en alguna bolsa y no puedes remediarlo ya que se comienza en un sitio diferente al que se llega con la bici y ya para rematar, en esta carrera se termina en otro lugar de la isla, es lo que tiene que tres grandes negocios locales paguen para organizar la prueba y quieran que ésta pase por sus dominios... 

Una vez en el “Danna” la playita donde se va a nadar, dejamos la bici en boxes, recogemos el chip que llevaremos colocado para el control de carrera y aprovechamos para nadar algo y probar el sitio. Nos encontramos con que el agua esta a una temperatura casi de ducha calentita, algo que no es bueno si hablamos de rendimiento porque va a hacer que gastemos mas líquidos y podamos deshidratarnos en un segmento que normalmente, durante 1h no se bebe nada, a menos que des alguna tragantada en el agua, que siempre pasa, así que va a ser muy importante la hidratación previa a la prueba y la justamente posterior a la natación y pre-bike.

Ya en casa por la tarde noche, preparamos la ropa de competición, que ha estado guardada como oro en paño para el día... en mi caso confío desde el principio de mi andadura como triatleta en TAYMORY para todo le tema relacionado con la ropa de competición y entrenamiento, y con todo preparado y bien cenados nos vamos a la cama a esperar e intentar descansar algo.

LLEGÓ EL DÍA

Sobre las 4h de la mañana estamos ya en pie y preparando el desayuno pre carrera, algo ligero y que no nos embote para poder comenzar con fuerza el día, en mi caso he podido dormir poco y con menos calidad que los últimos días, creo que ya sí está empezando a notarse el jet lag en el descanso, mal día para ello, pero ya está la suerte echada y hay que enfrentarse a lo que se nos viene encima.
El día de la carrera también es especial por el momento de silencio interior y de diálogo contigo mismo que tienes cuando te quedas solo en esas horas previas, con el silencio aún de la noche y con tu cabeza apuntando a un objetivo, que tienes claro cómo vas a afrontarlo, pero que aún así hace que te plantees muchas dudas, puede pasar tanto en el tiempo que vamos a estar dándolo todo que se te escapa a la mente, pero siempre encuentras un motivo de por qué y para qué estás allí y esa sensación de... “pufff lo que me espera” se va disipando y cambiándose por... “vamos a disfrutar y a sacar todo lo que llevamos dentro”, en realidad es una forma de agotar todo lo que se ha ido acumulando durante todo el año en forma de pensamientos, lesiones, trabajo, etc.



Es una manera de quedarte en paz contigo mismo y de saber que una vez mas vas a estar al límite, en esa zona donde no llegan muchos y que los que sí lo hacen acaban por quedarse, una dos o tres veces al año, porque no en todas la carreras se experimenta esta sensación, pero en mi caso en un IRONMAN sí, es como mi punto y aparte a un año y a un ciclo.

SWIM 🏊

Y llega el momento, ese en el que el juez de carrera toca la bocina o dispara el cañón para dejar que des todo de ti, encontrándonos en una salida apretada, con el sistema de rolling start, una novedosa forma de dar las salidas,
adoptada hace dos años ya y que tiene sus defensores y detractores, pero que a mi personalmente me es indiferente ya que al final compites contra tí mismo y contra nadie más, y si acabas ganando esa lucha contra tu mente y sensaciones, tus objetivos se verán cumplidos.

Comenzamos a nadar e intento mantener un ritmo alto al principio, confiando en coger unos buenos pies y en que baje en algún momento ese ritmo que me lleva algo ahogado, y así es, después de unos primeros metros mas fuertes acabo metido en una grupeta, detrás de unos pies que me guían y ayudan a deslizar mejor y con un ritmo acorde con los casi 4000m que nos esperan por delante.

Salgo del agua un poco mareado por el calor de la misma, tan malo es nadar en aguas heladas como en aguas demasiado cálidas, y aunque en el paso por el control de la primera vuelta en natación de 1900m, en la cual había que salir del agua para pasar por el control de chip corriendo y volver a entrar, bebo agua, es poco lo que me entra y salgo deshidratado, menos mal que he sido precavido y había dejado un bidón con bebida isotónica esperándome en la bolsa “bike”... Hago una transición ni muy rápida ni muy lenta, normal y salgo con la bici habiendo hecho una marca en el agua que se corresponde con mi mejor tiempo realizado en este segmento en Suecia en 2015, cuando conseguí el slot para Kona 1h01´, así que contento con lo conseguido hasta ahora.

BIKE 🚴 

Ya en el segmento ciclista comienza a notarse el sol pegándote desde el principio, el beber va a ser básico y el comer bien cobrará muchísima importancia, al principio hay bastantes repechos acompañados de sus bajadas, las piernas aún no van al 100% debido a que la sangre sigue rondando por los brazos, y se deja notar en las cuestas arriba, pero intento no cebarme porque nos quedan por delante 180km en los que puedo esperar de todo, primero porque las carreteras no son las mas lisas del mundo, segundo porque la carrera mantiene el tráfico abierto, aunque como he dicho anteriormente, nunca te sientes en “peligro” con esta gente, pero que aun siendo así, creo que en una prueba de corte internacional como es un ironman, se debería de cortar el tráfico, sí o sí... y tercero, hay niños y gente en general muy próxima al arcén de la carretera y nunca sabes para donde van a tirar...

Poco a poco se va descubriendo el circuito, que consta de dos vueltas con un bucle en el que se entra para ir hacia la T2, y veo que va a ser difícil rodar por aquí de manera suelta y sobre todo, rápido, unido a todo lo anterior hay que sumarle el dolor de piernas que llevo en el km 70, no consigo coger ritmo y a veces voy demasiado forzado y otras muy suelto y eso no es lo mío, al circuito ratonero se le suma que no voy a gusto, que el calor cae y cae y si te descuidas te gana, también espero el chaparrón, ha sido la norma general en los días previos y no creo que fuera a ser menos en el día de la carrera, y este llega, sobre el km 120 comienza a caernos agua a cubos, es increíble lo que me llega a caer en cuestión de 1h, eso hace que si ya era precavido por le recorrido, los coches y la gente, lo sea aun más y en la velocidad se nota, al cuerpo le sienta bien la bajada de temperatura por la lluvia, pero el desgaste de la carrera, unido al que te producen las inclemencias meteorológicas se va dejando notar y te castiga. 

Comienzo a sentir dolor y adormecimiento en el pie derecho, y es que de tanta agua que cae, las plantillas de las zapatillas de bike se han reblandecido y noto los tornillos de las calas con los dedos, o eso me parece a mi.
Con tanta lucha contra todo, la segunda vuelta en bici se me hace eterna y llego a la T2 bastante castigado y con el pie derecho condolido del dolor que me producía la sensación de llevar clavado algo, la incógnita era... ¿Cómo correré?...

 RUN 🏃

Intento hacer una transición tranquila, que me permita ir al baño y cambiarme de nuevo los calcetines para, al menos, comenzar el maratón seco, pero nada mas salir a la calle sigue lloviendo fuerte y por lo que parece, para un largo rato, el pie no duele así que no hay problema para ir cogiendo ritmo, me encuentro bien, mejor que en la bici y tengo que poner freno a esas buenas sensaciones ya que no quiero quedarme en un, empecé bien y después morí, así que me voy al ritmo entrenado e intento mantener, al principio sin perder apenas tiempo en avituallamientos, mas allá de coger algo de agua y poco mas, ya que para la primera parte del maratón llevaba mi propia alimentación, pero conforme pasan los km se van dejando notar los km en las piernas, pierdo algunos segundos mas en los avituallamientos e intento seguir a mi ritmo, que es algo que cada vez va costando más.


Pero no es hasta el km 25 aproximadamente cuando el cuerpo y mas concretamente las piernas me piden una tregua y que pare... este es un momento en el que el cuerpo te dice basta y tú le intentas dorar la píldora para seguir. 
Es difícil el explicar la sensación que tienes en ese momento, quieres seguir y ademas al ritmo que ibas y te das cuenta de que las piernas están mas que castigadas, te paras a pensar en el año, empiezas a buscar respuestas a el por qué has llegado a esa situación y encuentras miles de respuestas, pero en ese momento nada te ayuda a seguir, solo tu mente, y lo tenía claro, acabar tenía que acabar y después ya se analizaría el por qué no he podido seguir conforme a lo que me esperaba, pero la cuestión en ese momento era el cómo ir engañando al cuerpo para no sentir...😢 porque mis piernas lo tenían claro, cada vez que me paraba en un avituallamiento para simplemente rehidratar y refrescarme con hielo, las piernas no podían, literalmente, volver a emprender el camino y aunque las forzaba a ello, el dolor era muy fuerte, había estado cansado en otras ocasiones, pero esta fatiga física que sentía en ese momento nunca me había sucedido. 


Por un lado mal, pero siempre he pensado que no hay derrota sin aprendizaje y de esta iba a llevarme todo un manual de cómo salir victorioso. Durante 18km me debatí sobre seguir en carrera, retirarme, un dolor descomunal en las piernas y el como sobrevivir a las condiciones, que habían vuelto a cambiar, ahora el calor apretaba y había salido el sol, pero la mella ya estaba hecha y solo había que terminar, para poder cerrar un año, que en lo deportivo no me ha traído muchas alegrías, pero sí muchos aprendizajes.
Y lo conseguí, mi sexto IRONMAN, mi sexto desafío y mi sexto aprendizaje, un estilo de vida que te trae miles de


vivencias y que sobre todo hace que te conozcas, que no te conformes con lo normal, sino que vayas siempre mas allá, y que tengas clara una cosa...”no sabes donde está tu límite, pero sí dónde no está”💪