En pie a las 7 de la mañana para hacer el camino hacia Aguilas, ciudad donde he pasado muchos veranos en mi infancia y que siempre estará presente en esos recuerdos.
Mientras iba en el coche, pensaba que hoy no había tensión, aunque debería haberla, o al menos concentración, ya que un mal paso y te juegas un tobillo, un brazo quebrado... O quien sabe.
Pero no, un día genial, con buen tiempo, que lujazo el estar en tirantes en pleno mes de Febrero. El ambiente, muy bueno, muchos corredores y un circuito divertido.
Ya entrando en carrera, comenzamos con una pequeña pista americana compuesta por contenedores llenos de agua, unos muchos contenedores que se interponían entre el camino a seguir y esos cuerpos aún secos. Una vez pasados estos tocaban unos cuantos agujeros en el suelo y badenes de arena y a correr los 10km urbanos que se hicieron más pesados, sobre todo la subida al castillo, la cual, provocó un pelotón de gente que hizo que todo se tal entizara bastante. Una vez hecho el recorrido urbano volvemos a la pista americana, esta vez con más desafíos, a mí se me ha quedado marcado el paso por el alambre de espino y los barrigazos debajo de la lona, jaja. Vaya manera de pasar un domingo. Lo mejor... La compañía, que bonito disfrutar del deporte con la gente que quieres.
Enhorabuena a Pablo, María Belén y Verónica por el carrerón que han hecho y por haberse superado una vez más. Encantado de haber estado con vosotros.
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